Se trata de un restaurante y hotel de playa de 14 dormitorios, con un sutil equilibrio entre el puro estilo colonial, la caoba oscura, la ropa blanca de color beis cremoso y grandes cuadros de arte moderno. El hotel es una acogedora y tranquila mansión criolla que da a la inmensidad del océano Índico y se halla bajo sus refrescantes vientos alisios, completamente organizada para el descanso, la serenidad y el placer de los 5 sentidos. Es también una moderna galería de arte llena de pinturas abstractas, esculturas y alfarería de artistas locales y europeos. Se recibe a los huéspedes en el vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas y el hotel ofrece también caja fuerte, prensa y restaurante en su recinto. Además, los huéspedes pueden hacer uso de la conexión a Internet WiFi y de los servicios de habitaciones y de lavandería, mientras que aquellos que lleguen en coche podrán dejarlo en el aparcamiento del hotel.